Muchas empresas interpretan de manera equivocada el rol del Scrum Master. En muchas ocasiones se busca evaluar su efectividad a partir del trabajo que hacen para encargarse de que se hagan los eventos Scrum, se llenen tableros, se documenten las reuniones, se elaboren agendsa y se convoquen a los eventos, etc. Existe la idea equivocada que cuanto más trabajo hace el Scrum Master entonces más efectivo es el rol. En la mayoría de estos mal entendidos se distorsiona al Scrum Master a un rol operativo de gestión de proyectos o de controlador de eventos y tareas.
La verdad es que el trabajo del Scrum Master es más efectivo cuanto más impacto tenga sobre la efectividad del trabajo que lleva a cabo el equipo para maximizar la entrega de valor. Es decir, la labor del Scrum Master es indirecta y su impacto es directo en las capacidades del equipo. Si una empresa quisiera evaluar la efectividad del rol, tendría que basarse en la efectividad producida en el equipo.
Una de las formas más importantes del Scrum Master para ayudar al equipo y la organización es a través de una cultura de mejorar continua con motivación para lograr una autogestión saludable y sostenida.
En este enfoque de mejora el Scrum Master puede provocar la mejora en tres aspectos y actitudes:
- Lo más importante es aprender. En un problema complejo no sabemos completamente con anticipación la solución a ese problema. La mejor solución posible se lograr descubriendo durante el proceso de desarrollo lo que puede ser útil. Algunas veces algunas estrategias funcionan mejor que otras, y algunas veces las cosas no salen como se habían definido. Pueden existir situaciones donde la frustración, la ira y los conflictos pueden dañar irreparablemente las relaciones entre las personas del equipo y la organización. Si logramos enfocarnos en usar la información obtenida para aprender y no para castigar o buscar culpables, crearemos un entorno con mayor confianza para aprovechar lo aprendido. Por ejemplo, si dos desarrolladores discuten por quien tiene la razón en enfoques técnicos diferentes, lo mejor es experimentar y aprender. No importa quien tiene la razón, lo más importante es lo que aprendemos y nos permita avanzar.
- Mejorar es una actitud, es una mentalidad, es cultura. Pueden llegar momentos donde creemos que no hay más que mejorar o que las cosas están tan mal que ya no vale la pena. La motivación basada en un propósito, la autonomía y la recompensa de mejorar son un impulso para continuar descubriendo. Si un equipo pierde el hambre por mejorar puede caer en peligro de convertirse en un equipo que se conforma y no crece.
- La disciplina. Sostener el cambio, las mejoras es uno de los riesgos más grandes de equipos exitosos. Algunas veces escuchamos a equipos decir: “Ya no hagamos el Daily Scrum todos los días porque todo va bien, hagamos el Daily Scrum solamente cuando aparezcan los problemas”. En otras ocasiones lo que se dice es “El Sprint Retrospective nos quita tiempo, ya hemos mejorado bastante, ya no perdamos más tiempo porque ya no se puede mejorar. Entonces hagamos el Sprint Retrospective cada dos meses”. En otras ocasiones lo que se escucha es lo siguiente: “Ya no hagamos el Sprint Review, hagamos el evento cada dos o tres meses, porque entonces tendremos algo sólido para presentar a los usuarios, si lo hacemos en cada Sprint vamos a perder tiempo porque no tenemos mucho que presentar a los usuarios”. Todas estas expresiones tienen algo en común: La reducción del ritmo, la constancia, la perseverancia, la búsqueda de un propósito superior. El Scrum Master es importante para brindar soporte para el uso de Scrum como una forma de mejorar continuamente con un ritmo disciplinado o incremental.