La ilusión de la Transformación Ágil
La agilidad está siendo un deseo desesperado de muchas organizaciones que buscan lograrla ser ágiles lo más rápido posible. Esto lleva a posibles tres enfoques de adopción populares que no ayudan a adoptar la agilidad o usar Scrum de manera adecuada:
1. Copiar y pegar un modelo. Tal vez esta sea la forma más usada y aparentemente la más segura. En este enfoque se toma un modelo que contiene estructuras y roles en diferentes niveles de la organización para copiarlas y pegarlas, desplegarlas con pocos o ningún cambio.
Cada organización es única y debe encontrar y evolucionar sus estructuras a través del aprendizaje continuo.
2. Más equipos, igual a más agilidad. Esta es otra idea muy difundida. Algunos gerentes se sienten preocupados por la cantidad de equipos ágiles y como hacer para que crezcan. Se mide la cantidad de equipos escalando como una medida de agilidad. La agilidad y Scrum requieren profundos cambios culturales, la cantidad de equipos no asegura ese cambio cultural.
3. Adoptar Scrum, pero cambiarlo para que se mantengan las estructuras organizacionales y las formas de operar. Por ejemplo, es común encontrar organizaciones que siguen una modelo cascada para definir los requisitos de forma temprana y “completa” y usar Scrum para construir lo ya definido, es decir convirtiendo a Scrum en una fábrica para producir en masa.
Las organizaciones deben adaptarse a Scrum realizando cambios. Scrum no se debe adaptar a las organizaciones para preservar los procesos y estructuras originales. Scrum en el tiempo va a producir cambios radicales que las empresas deben estar dispuestas a llevar adelante.
Estas ideas llevan a una ilusión porque la medida de progreso de estas formas puede mostrar un alto nivel de madurez en agilidad cuando la realidad puede ser totalmente contraria. Las organizaciones luego se sienten defraudadas porque a pesar de una gran inversión se encuentran relativamente en el mismo lugar donde iniciaron o peor, ya que no reciben los beneficios esperados.
La verdad es que la adopción de la Agilidad y Scrum requiere un esfuerzo y trabajo duro, constante y disciplinado. El resultado es una organización completamente diferente a la original. No hay una receta para ser ágil, la forma más segura es la experimentación y el uso del empirismo enfocado en la entrega de valor con equipos autogestionados.