Liderazgo situacional
Los líderes deben fomentar la delegación y el crecimiento de las personas a través de una interacción y comportamiento basado en las situaciones presentadas en el día y que afectan el proceso de toma de decisiones influenciadas por los niveles de madurez de los equipos.
El comportamiento situacional del líder enfatiza la relación entre el líder y los equipos para favorecer la autogestión y la delegación.
Bajos niveles de madurez requieren un mayor apoyo, involucramiento y menos delegación. El proceso de soporte constante permite el crecimiento y una delegación gradual, sostenida y menos riesgosa. En estos niveles los líderes basan la gestión en salidas o entregas, el desafío del líder es sostener el cambio y el crecimiento para llevarnos hacia la entrega de valor y menos enfoque en maximizar salidas.
Mayores niveles de madurez se basan en el crecimiento de las personas, la delegación y soporte son parte necesaria del proceso. En estos niveles los líderes crean un contexto cultural para enfrentar de forma creativa los problemas a resolver con altos niveles de propiedad del resultado o maximización de la entrega de valor.
Si el líder no lograr enfocar las situaciones de manera apropiada puede frustrar a las personas por un proceso de delegación brusco o por el contrario limitar el aporte de equipos maduros al mantener un estilo directivo.
Los líderes pueden tener como referencia la mejora de la autonomía, maestría la claridad del propósito para mejorar la motivación intrínseca.